Como dije en alguna ocasión, y a pesar de que existan declaraciones solemnes y sesudos planes de acción ampliamente consesuados en nuestras sociedades a escala nacional e internacional, el esfuerzo por la igualdad de roles, derechos y oportunidades entre mujeres y hombres debe ser constante a nivel individual y colectivo, tanto para alcanzar el deseado equilibrio como para afianzarlo y asegurar su continuidad en el tiempo.
En mi ámbito de actuación profesional - asuntos exteriores - y en tanto que empleado público, intento abarcar dos frentes bien distintos:
1. En el interior de mi propia administración, apoyando las decisiones y partcipando en las actividades dirigidas a garantizar los mismos derechos y oportunidades para todos los integrantes de nuestro servicio exterior, sea cual sea su sexo y su orientación sexual; y por otra, completando mi formación en materia de igualdad de género y temas conexos.
Cuatro necesidades bien identificadas en este frente serían:
(a) asegurar los mismos niveles de movilidad para hombres y mujeres
(b) poner fin a la discriminación que sufren los cónyuges de los empleados públicos que en caso de traslado al extranjero se ven obligados a renunciar a su vida profesional - y a sus derechos de pensión correspondientes
(c) proteger los derechos del personal LGTBI y de sus familiares en el exterior
(d) seguir aplicando una política de tolerancia cero respecto a situaciones de acoso sexual y laboral
Para ello nos hemos provisto ya de varios instrumentos, como un espacio para temas de igualdad, conciliación y coresponsabilidad en la intranet de nuestro Ministerio con tres secciones : la primera conteniendo información (recopilación de planes y medidas, compendio de documentación nacional y europea y foros temáticos), la segunda albergando un espacio de colaboración entre la también recientemente creada Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas (AMDE) y la Asociación de Cónyuges de Diplomáticos Españoles, y la tercera dedicada a asesorar y acompañar al personal LGTBI y sus familias, que cuentan ya con su propia plataforma ExteriorEsDiverso.
Otro instrumento de reciente creación ha sido el puesto de Embajadora en Misión Especial para el Fomento de Políticas de Igualdad de Género y Conciliación, cuyo titular ha lanzado recientemente la Iniciativa Belisama ,un portal de empleo para empresas ofertantes y familiares de funcionarios del Estado en el exterior.
Los Cursos de Igualdad organizados con regularidad por la Escuela Diplomática y la reciente introducción en el temario de la oposición a la Carrera Diplomática de las políticas de género son dos ejemplos más de cómo se está impulsando la igualdad en nuestro sector de actuación. La promoción y mi participación a nivel personal en algunas de estas iniciativas son mi contribución personal a la promoción de la igualdad en mi ámbito profesional.
Otra contribución personal es la de presionar sobre aquellas áreas de la administración que llevan mucho retraso en materia de igualdad real para que se pongan al día en la plena aplicación de las políticas de igualdad, removiendo de una vez los obstáculos - bien conocidos por otra parte - que aun permanecen anclados en su cultura de trabajo.
Y, por supuesto, la aplicación sin cortapìsas de los protocolos de actuación en casos de acoso y violencia de género.
2. En el frente exterior, es decir en el ámbito internacional donde trabajamos representando y defendiendo los intereses de nuestro país y de sus ciudadanos en el exterior, presto una especial atención a difundir y promover nuestras políticas de igualdad, hoy por hoy unas de las más avanzadas del mundo, y no solo lo hago en nuestras intervenciones oficiales sino también a través de todo tipo de actuaciones. Algunos ejemplos concretos serían:
- en nuestros Consulados - como es mi caso - dar prioridad a prevenir la violencia de género y asistir a las víctimas de las mismas, proporcionando información sobre la legislación local y las asociaciones locales de ayuda existentes, y prestando la asistencia necesaria
- en el mismo ámbito, asegurar que las mujeres accedan libremente y sin cortapisas sociales o familiares a los servicios consulares y puedan realizar por sí mismas, sin mediación de terceros, sus gestiones administrativas o de otra índole.
- en los foros multilaterales, en especial en el ámbito de los derechos humanos, prestar una especial atención a los derechos de la mujeres y niñas, y a su situación de vulnerabilidad extrema en caso de conflictos armados y catástrofes naturales.
- en esos mismos foros, reclamar la participación equilibrada de hombres y mujeres en los distintas actividades, incluidos seminarios, paneles y talleres; procurar ese mismo equilibrio en la composición de nuestras delegaciones - que presiden habitualmente mujeres - y organizar eventos que realcen la situación y participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida.
- igualmente, asegurar la participación regular de representantes de asociaciones locales de mujeres en los encuentros de la sociedad civil en zonas de conflicto con altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas.
- y, por supuesto, proseguir los esfuerzos para presentar y hacer prosperar las candidaturas de mujeres, incluidas las españolas, a puestos de especial responsabilidad en el ámbito internacional.
Concienciar, participar y promover el equilibrio han sido y siguen siendo, en suma, mis modestas contribuciones personales a la igualdad de mujeres y hombres.