Zoe

lunes, 24 de mayo de 2010

Pero... ¿qué hace esto aquí?


Mírenla bien. Es una fomitopsis pinícola, conocida como yesquero rebordeado en las anchas Castillas, seta del género afiloforal siempre asociada a los árboles enfermos y los tocones de madera muerta de nuestros bosques de coníferas. El problema es que donde está tomada esta foto no hay coníferas, está plantada en la yerba - vean como la atraviesa sin piedad el recio césped de estas latitudes tropicales - y solo puedo deducir su existencia en que quizás el micelio tenga su origen en una enterrada raíz podrida del árbol que da sombra a esta seta.

Ver este ejemplar me ha hecho añorar las caminatas por los bosques serranos y alpinos en busca de boletos, níscalos y, si hay suerte y con el permiso de las aduanas volantes suizas, las colmenillas. Los primeros cortados a la buena de Alá - ya sé que te estoy copiando, Abraham - y salteados en un revuelto jugoso, brillante y salpicado de perejil recién picado con vaso y tijera. Los segundos, como siempre, en cuartos y salteados con taquitos de jamón y ajo picadito, o haciendo compañía a unas buenas patatas guisadas donde sustituyen de maravilla a chuletas y compangos, si acaso un par de chorizos por eso de engordar el caldo. Las terceras... ay las colmenillas, tan raras, caras y exquisitas, solo tienen una preparación que me ponga, cocidas en nata a fuego muy suave y depositadas con la mayor ternura sobre una tostada salteada en mantequilla a la que habremos cubierto con una fina loncha de jamón cocido. Sal, pimienta y nuez moscada. Saltan las lágrimas, de veras.

Y si no ha tenido suerte en la excursión y su bolsillo tampoco le permite comprarse un puñado de colmenillas, siempre está la posibilidad de traerse de Finlandia unos kilos de otra especie de estos ascomicetos, la temible gyromita esculenta llamada bonete, una colmenilla llena de tóxicos termolábiles y por tanto especialmente venenosa en crudo y peligrosa para los no iniciados. Hiérvala tres veces cambiando el agua (las de lata ya lo están) y obtendrá por un módico precio un sabrosísimo acompañamiento para unos spaghettis carbonara, con su nata, su bacon troceado, sus plumas de cebolla y su huevo crudo. Después de cuatro años de vida finlandesa sigo vivo y con el regusto de esa seta memorable.

También al ver a este hongo, un verdadero parásito carroñero, he pensado en la prosperidad y la belleza que a veces se obtienen de la enfermedad y la muerte. Rieguen y abonen ustedes la descomposición y la podredumbre, obtendrán yesqueros, leñosos y de olor ácido, incomibles e insaciables. No se extrañen de que cuando pase el tiempo se sequen y sean un excelente medio para hacer fuego. Igual les recuerda a algo en nuestro mundo de hoy...

sábado, 15 de mayo de 2010

¿Cómo que no hay transparencia?


Con los ojos a cuadros se quedaron los asistentes al paso de este vehículo, y si no me creen observen la foto. Siempre nos habíamos preguntado a donde van a parar nuestras ayudas al desarrollo, lamentando la total falta de transparencia en este tema por parte de los barandas locales.

Hoy se acabó por fin la incertidumbre. En el desfile de la Fiesta Nacional de Tanzania se mostró con toda transparencia el destino del gasto, ese oscuro objeto del deseo, que tiene cuatro ruedas y un volante, alta cilindrada cuatromotriz y, a ser posible, blindaje.


El Primer Ministro, que había fustigado durante meses las adquisiciones de vehículos lujosos por parte de Ministros y otros altos cargos del Gobierno, se presentó en el Estadio Nacional con una caravana de...12 coches, de esos que solo nos podríamo permitir usted y yo tras cobrar el Gordo de la Primitiva.

Pero lo más im-presionante fue la llegada del particular papamóvil del Presidente Kikwete, un Hummer tuneado, descapotado, tapizado en rojo furcia, con asientos y llantas blancas a juego, y con escalerilla de llegada triunfal soldada en la trasera.

El socialismo tanzano es hoy muy progresista, tanto que está ya demasiado lejos de la austeridad monacal del gran Presidente Nyerere. Son cientos los Land y Range Rovers que ha encargado el partido en el Gobierno para poder hacer su campaña electoral en las zonas rurales con cargo a los fondos de la cooperación de la Unión Europea, a 40.000 US$ la unidad, en vez de destinar ese gasto a mejorar las carreteras de acceso a las mismas. Aquí no hay crisis porque el mzungu sigue pagando lo que haga falta.

Pero hay justicia, al fin y al cabo. La comunidad de donantes acaba de anunciar que recorta su ayuda al presupuesto nacional para el próximo año fiscal en unos 220 millones de US$. Parece que por fin estamos empezando a aprender la lección, y ellos a preguntarse... ¿por qué ya no nos quieren?

Cuando ruge la tortuga



Os presento a Zoe, la más anciana y más grande de mis cinco tortugas. Devora tomates y lechugas, y a cambio es la mejor segadora de cesped que he conocido, nunca se estropea ni se le acaba la gasolina. A veces cae también una mamba verde. Hoy bosteza con mucho sueño o ruge con enorme cabreo, porque en vez de alimentarla la estoy atosigando a flashes.

Pero no sabe Zoe la suerte que tiene de estar en el jardín, en estas latitudes habría acabado hace mucho en una barbacoa untada en aceite de coco o en forma de sopa. Voy a buscar una receta quand même... nunca se sabe si me la encontraré bajo las ruedas del Land Cruiser una noche oscura y lluviosa ;-)) Finalmente aquí impera la ley del trepador de cocoteros, y eso de la protección de la biodiversidad solo se entiende con la cazuela puesta al fuego...